385 Grados / Valencia, España / REDACCIÓN / Una noche devastadora golpeó la región de Valencia, donde las autoridades han instado a la población a permanecer en sus residencias y evitar salir a la carretera, buscando puntos altos de seguridad. La situación en la provincia es crítica, con más hallazgos de cadáveres en las zonas inundadas.
Al menos 64 personas han perdido la vida tras las repentinas inundaciones que azotaron el este de España, arrastrando vehículos, transformando las calles en ríos y cortando las principales líneas ferroviarias y autopistas. Este es considerado uno de los peores desastres naturales en la memoria reciente del país.
Los servicios de emergencias de la Comunidad Valenciana confirmaron que 62 personas murieron en la región. Además, se reportó la muerte de una mujer de 88 años en la ciudad de Cuenca, según la oficina del gobierno en Castilla La Mancha.
Las fuertes tormentas, que comenzaron el martes, afectaron una vasta área del sur y este de España, desde Málaga hasta Valencia. En Valencia, las calles se convirtieron en ríos de lodo que arrastraron vehículos y enseres domésticos. La policía y los equipos de rescate trabajaron incansablemente, utilizando helicópteros para evacuar a residentes atrapados y botes inflables para alcanzar a los conductores que buscaban refugio en los techos de sus autos.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, lamentó la tragedia en un discurso televisado: “A quienes en esta hora siguen buscando a sus seres queridos, España entera llora con todos y con todas vosotros. Nuestra prioridad absoluta es ayudaros”. Sánchez prometió que se desplegarán todos los recursos necesarios para la recuperación.
La tragedia ha dejado a decenas de personas desaparecidas, y las autoridades temen que la cifra de víctimas fatales siga aumentando en los próximos días mientras continúan las labores de rescate.
