*Autoridades, compañeros, familiares y ciudadanía dan sentida despedida a la mujer policía que murió en cumplimiento de su deber.
385Grados / Apetatitlán / Antonio GUARNEROS / La mañana de este sábado, decenas de personas encabezadas por el alcalde de Apetatitlán, Ángelo Gutiérrez Hernández, dieron una muy sentida despedida y reconocieron la valentía de Erika Morales, la mujer policía que murió en cumplimiento de su deber, al hacer frente a varios sujetos que habían asesinado a balazos a un hombre, casi en su presencia.
Antes de las 8:00 horas, personal del ayuntamiento de Apetatitlán, así como elementos de diferentes corporaciones municipales, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), familiares y cuidadanos de diferentes puntos de la entidad se dieron cita frente a la alcaldía de San Pablo, donde fue ondeada la bandera a media asta, como señal de luto.
Fue en punto de las ocho de la mañana, que de manera puntual, como siempre lo hacía, llegó Erika, esta vez dentro de un ataúd, pues sus compañeros policías darían el «último pase de lista», evento protocolario que realizan en honor a un oficial caído.
Ahí, Ángelo Gutiérrez reconoció el desempeño, el profesionalismo y la valentía con que siempre se condujo Erika Morales, incluso se comprometió a apoyar a su tres hijos, en lo que resta de su administración y fue más allá, dijo que posteriormente, como ciudadano seguirá apoyando a Pamela, Jean Carlo y Erik, los tres pequeños que quedaron en la orfandad con la muerte de la.valiente mujer.
Con «toque de silencio» entonado por la banda de guerra de la SSC, un minuto de aplausos y el llanto de decenas de asistentes culminó el homenaje en el parque de San Pablo, para que luego, el féretro con el cuerpo de Erika hiciera un último recorrido por el primer cuado de la cabecera municipal, flanqueado por patrullas de Apetatitlán, Contla y otras corporaciones.
En Tizatlán fue la misa de cuerpo presente, donde el párroco pidió la pronta resignación para sus familiares y aseveró que los asesinos de Erika será. Juzgados con todo rigor por Dios.
Luego, familiares y compañeros de trabajo acompañaron a Erika hasta su última morada, en el panteón de la comunidad de Tizatlán, desde la salida de la iglesia acompañado por un mariachi que entonaba las golondrinas y otras canciones que a Erika que gustaban en vida.