En Tlaxcala existe un dicho, el cual dice: «cuando los tlaxcaltecas no estamos en guerra, estamos haciendo flechas para la guerra», y esa frase ahora queda a la perfección al ver a los personajes e institutos políticos que ya se preparan para la contienda electoral de 2027.
Cada partido político y/o aspirante a ocupar un cargo de elección popular aplica sus propias estrategias, algunos apoyados por estrategas de mucho prestigio y experiencia, otros no tanto, pero igual se venden así, pues al asunto no es que gane su candidato, pero que ellos sí ganen dinero.
Pero algo que todos deberíamos de analizar, es la importancia que en la actualidad tiene la tecnología, las redes sociales, las páginas que se hacen pasar como medios de comunicación y hasta el uso de la Inteligencia Artificial, (IA), pues en cada uno de los casos mencionados, si la información no es manejada con profesionalismo y ética, se estará desinformando, y eso solo va a hacer que la próxima contienda sea, todavía más sucia de las que hemos visto en procesos anteriores.
Explico por qué, no es desconocido que los asesores de los políticos, lejos de presentar propuestas que sean escuchadas y analizadas por los electores, optan por generar historias que provoquen odio y repudio hacia algún contendiente, lo que ha derivado en que la gente vote por resentimiento y no por razonamiento. Las guerras de la desinformación y desacreditación en contra de las contendientes (cuasi enemigos) se ponen a la orden del día.
Es por ello, que en los últimos días hemos visto el inicio de guerra sucia hacia quienes han osado levantar la mano para ocupar un cargo de elección popular, o en su caso, quienes desde redes sociales disfrazan sus aspiraciones políticas y se convierten, temporalmente, en defensores de la población, y hasta se rasgan las vestiduras para exigir respuestas inmediatas para que las autoridades en turno den pronta respuesta a problemas que por años han sido olvidados.
Los aspirantes a algún cargo de elección popular se llenan la boca «y las conciencias» de «críticas serias» y » exigencias genuinas» para que las autoridades actuales o pasadas, sean de partidos contrarios o de sus propios partidos cumplan con el «pueblo sabio y bueno»- aunque en algún momento ellos o ellas hayan sido autoridades-, aseguran que ellos sí saben cómo gobernar y se engrandecen con promesas que no van a cumplir.
Pongo un caso, el ex alcalde de Texoloc y ex diputado local, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, ha logrado una importante audiencia en sus redes sociales, desde donde hace transmisiones en vivo, atendiendo presuntas denuncias ciudadanas y hasta exhibe a funcionarios que “no hacen su trabajo”, pero me llama la atención que aunque dice que quiere ser gobernador del estado, se esté centrando solo en la capital tlaxcalteca, pues baches hay en todos los municipios, pero donde parece que tiene el interés de hacerse notar es en el municipio de Tlaxcala, donde por cierto ya cuenta con credencial de INE y puede ser candidato.
A quienes vemos que quieren recuperar a como dé lugar la administración del municipio de Apizaco, es a los panistas, pues hasta acudieron a tapar baches de una de las calles más transitadas de esa demarcación, aunque a decir verdad fue más el tema mediático que los cinco hoyos que cubrieron con asfalto.
Pero ahí no la van a tener fácil, pues el alcalde morenista Javier Rivera Bonilla, se ha dedicado a exhibir los “presuntos” malos manejos financieros de las cuatro administraciones panistas que le antecedieron, y en su primer informe de gobierno resaltó la “histórica” recaudación de más de 131 millones de pesos, de los cuales 38 millones han sido destinados para rehabilitar, no para bachear, calles completas, que según sus propias palabras, habían sido olvidadas por los azules, pero será la ciudadanía la que forje su propia opinión y decida a quien dará su voto de confianza en los comicios de 2027.
Por su parte, los priistas han emprendido acciones para “recuperar” la credibilidad y militancia que tuvieron hace algunas décadas, cuando el tricolor era el partido hegemónico, y ahora recurren a realizar torneos de futbol como la “Copa PRI”, en la que lo más rescatable son los resultados deportivos, porque de afiliaciones mejor ni hablamos.
Y así los chapulines que buscarán cobijo donde ganen, lo que sea, pero que ganen algo… mientras los gobernados, que se dejan llevar por esas «buenas personas» seguiremos pagando las consecuencias de elegir a los mismos, a los derechos siempre, a los que no dieron y no darán buenos resultados. Así la guerra en la política y la politiquería.