*Llegan miles de peregrinos a dar gracias.
385 Grados / San Miguel/ Laos de ORO / Cada 29 de septiembre, la comunidad de San Miguel del Milagro, ubicada en el municipio de Nativitas, Tlaxcala, se viste de gala para celebrar a su santo patrono: San Miguel Arcángel. El fervor y la devoción se sienten en cada rincón, con miles de feligreses que se congregan en el santuario para rendir homenaje a quien es considerado el príncipe de la milicia celestial y protector contra las fuerzas del mal.
La historia de este santuario, uno de los tres en el mundo con la aparición reconocida de San Miguel Arcángel, tiene sus raíces en el siglo XVII, cuando el arzobispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, mandó a erigir un templo en honor al arcángel en el año de 1645.
Sin embargo, el episodio que definió la identidad de este lugar sagrado ocurrió casi tres siglos después.
En 1931, la vida de un joven indígena de apenas 17 años cambió para siempre.
Según la tradición, el Arcángel San Miguel se le apareció en la barranca de Tlaxcala y le encargó comunicar al pueblo que haría brotar un manantial de agua milagrosa capaz de curar toda clase de enfermedades.
El joven, temeroso de no ser creído, ignoró la orden y, como consecuencia, cayó gravemente enfermo.
Solo tras la segunda aparición del arcángel, que fue presenciada por otras personas atraídas por una misteriosa luz celestial, el joven fue sanado por el poder del agua que brotó bajo la guía del propio San Miguel.
Este suceso marcó la historia de San Miguel del Milagro, transformando al lugar en un santuario de fe y peregrinación.
El manantial, que se encuentra a los pies del templo, sigue siendo visitado hasta hoy, con devotos que creen firmemente en las propiedades curativas de sus aguas.
La leyenda cuenta que en este lugar se libró una feroz batalla entre San Miguel y el demonio por el control de estas tierras.
El Arcángel, con su cayado celestial, logró derrotar a las fuerzas del mal, empujando al demonio por una ladera hasta crear una hondonada que hoy es un lugar de paso para los peregrinos.
Aún se pueden observar las cuevas y formaciones que, según la tradición, son testimonio de este combate entre el bien y el mal.
Hoy, en la celebración de San Miguel Arcángel, los fieles llegan, no solo a rendir tributo, sino a buscar protección y agradecer los favores recibidos.
El Arcángel Miguel, junto con Rafael y Gabriel, son considerados los guardianes de la humanidad, presentes al final de los tiempos para guiar a las almas justas.
Las festividades incluyen misas, procesiones y oraciones que invocan la protección de San Miguel.
La atmósfera es de alegría, fe y esperanza, mientras los fieles pronuncian las palabras: “Oh glorioso Arcángel San Miguel, príncipe celestial, cuida de mí y de todos los peligros. Amén”.
Con cada paso, los devotos reafirman su fe y su devoción, recordando que San Miguel del Milagro no es solo un lugar de peregrinación, sino un símbolo de esperanza y protección para todo aquel que se acerque con el corazón abierto.