*El objetivo es que las autoridades involucradas tengan las herramientas y los conocimientos para brindar atención especializada.
385 Grados / Tlaxcala / Maire PISCIL / Con la finalidad de brindar las herramientas y los conocimientos necesarios a los servidores públicos de las diversas instituciones para brindar una atención especializada desde una perspectiva feminista, integrantes del Colectivo Mujer y Utopía A.C., presentaron el Protocolo para la Atención de la Violencia Sexual contra Mujeres y Niñas de Tlaxcala.
En el Patio Vitral del Poder Legislativo, su directora, Edith Méndez Ahuactzin destacó la importancia de que las instituciones apliquen protocolos con rutas de actuación para la atención, a quienes llamó “sobrevivientes” de este tipo de violencia.
Refirió que el trabajo para la construcción del documento inició en septiembre pasado, gracias al financiamiento obtenido por parte del Fondo Canadá, a través de su embajada, para el apoyo a proyectos comunitarios que impulsan el cambio para las mujeres y las niñas.
Acompañada por representantes de instituciones gubernamentales, organizaciones feministas y legisladores, insistió que lo que se busca es generar los mecanismos y condiciones de atención integral que permita la judicialización y sanción de este delito que no solo se refleje en las penas sino en la reparación del daño y, sobre todo, en la no repetición de estas conductas, pues lamentó que es mínimo el número de sentencias favorables.
“Es importante la prevención, y en el análisis de este proyecto intentamos contemplar acciones dirigidas a instituciones encargadas de brindar atención, y garantizar el derecho a una vida libre de violencia, pero también desde acciones de prevención, analizar qué es lo que está sucediendo en esta forma de violencia concretamente que sigue siendo normalizada, minimizada” y en muchos casos, la víctima termina siendo responsabilizada de haber vivido este tipo de situaciones.
Comentó que otro tipo de agresión hacia las mujeres es la violencia obstétrica, la cual no es considerada como violencia sexual, pese a que el derecho a la salud está plasmado en la constitución.
Precisó que de acuerdo con el Comité de expertas en violencia sexual de niñas de 10 a 14 años en la región del Caribe y América Latina las principales violaciones a sus derechos tienen que ver con el embarazo infantil forzado, que se niega y se demora la interrupción legal en Tlaxcala; el matrimonio infantil forzado en menores de 18 años, finalmente la impunidad en estos casos, ocasionada por las deficiencias en la legislación, aplicación de protocolos y la discriminación por razón de género.
Consideró que por las omisiones, obstáculos y dificultades que enfrentan las victimas de este delito no solo por instituciones encargadas de procurar e impartir justicia sino en las propias familias, la violencia sexual debe considerarse como una tortura.
La activista reforzó que este protocolo intenta profundizar en qué es la violencia sexual, qué significa para las mujeres que la están enfrentando, otorga acompañamiento sin volver a violentarlas en sus derechos, impulsa una atención adecuada tanto en el ámbito institucional como privado, destaca el fortalecimiento de las capacidades y el trabajo interdisciplinario desde un enfoque feminista, exige mecanismos especializados y con perspectiva sensible y acorde a la realidad, frente, dijo, a una realidad que sigue siendo grave y que de no hacer nada podría alcanzar indicies “de miedo” ante el ambiente de inseguridad para mujeres y niñas.
