385 Grados / FGJE / Eduardo Martínez / Un acto de abuso de autoridad y escándalo se registró este jueves por la noche, luego de que dos Policías de Investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE)fueran detenidos en presunto estado de ebriedad, tras protagonizar una persecución y amenazar a civiles con sus armas de fuego.
Los hechos ocurrieron cuando el comandante Alfredo N., y el agente Rafael N., ambos adscritos a la FGJE, fueron vistos en posible estado de ebriedad y «fanfarroneando» con sus armas en un vehículo particular.
El incidente se agravó cuando testigos denunciaron que los agentes sacaron sus armas de fuego para amedrentar a varias personas en la vía pública, desatando el pánico.
La situación provocó una persecución que inició en la carretera Apizaco–Texmelucan. La acción coordinada de elementos de la Policía Municipal y la Policía Estatal logró interceptar y asegurar a los dos agentes en la localidad de Zaragoza, Totolac, en el tramo de la autopista Tlaxcala-Texmelucan.
Fuentes extraoficiales indicaron que los policías viajaban en estado de ebriedad desde Apizaco y que el incidente se generó por su actitud de «faroles» (presumidos).
Tras la detención, las autoridades de seguridad trasladaron a los agentes. El comandante Alfredo N. y el agente Rafael N., que forman parte de la Policía de Investigación, terminaron siendo los investigados por sus propios compañeros.
Ambos serán puestos a disposición del Ministerio Público para que respondan por los delitos de amenazas y las posibles faltas administrativas derivadas de portar armas de fuego de cargo en estado inconveniente. Este suceso representa una vergüenza total para la institución que encabeza Ernesto Carro Roldán y pone en evidencia la urgencia de aplicar filtros rigurosos de control y confianza dentro de la Fiscalía.
