*Como cada año está tradición se refuerza entre la comunidad Católica de Huactzinco
385 Grados / Huactzinco / Isabel JUÁREZ / Como cada año, la población de Huactzinco, realiza la repartición del atole de Judas, acompañado de tamales a todas las personas que acompañan a la procesión del quinto viernes o también conocida como Viernes de Dolores, comprendido dentro de la quinta semana de la Cuaresma, dónde llegan ciudadanos de otras localidades como Zacualpan, Axocomanitla.
A pesar de que la población está prepara a su viaje de la venta de pan de fiesta por Domingo de Ramos en diversos municipios y de otros estados, su fe no deja pasar está festividad religiosa y de tradición con simbolismo, durante la procesión que inicia a las ocho de la noche y sale de la iglesia de San Juan Apóstol Evangelista los fieles acompañan a las imágenes de la Virgen de los Dolores, La Virgen de la Soledad, Padre Jesús, Padrecito Jesús y San Igibito.
En su recorrido por las diversas calles de la demarcación, la población acompaña a las imágenes en su dolor de la Virgen María, quien, en la Semana Santa, pierde a su hijo Jesucristo, quien atraviesa el calvario para morir en la cruz.
Durante este recorrido llegan a los domicilios de las hermandades integradas por tres viudas y en este año fueron Oddulia Pérez Robles, Juana Ocotzi Hernández, Juana Ávila Ramírez, quienes asumen este cargo eclesiástico para preparar y repartir este tradicional «Atole de Judas» acompañado de tamales.
Y que gracias al apoyo de sus familiares, amigos y compadres pueden realizar este cargo en este día y de los mayordomos del 30 de diciembre.
Este atole está hecho con maíz azul o rojo, y es endulzado con piloncillo, las señoras preparan, está bebida con maíz nixtamalizado, panela y anís, dónde se pone a hervir hasta que reviente para que posteriormente se integre la masa y hacer este atol.
El nombre que recibe este atole es porque se le quita la cabeza al maíz para que reviente al hervir, es por ello que se le asocia al pasaje bíblico, dónde «Judas Iscariote se degolló al entregar a Jesucristo».
Otra versión, Judas compró un campo con el dinero que obtuvo gracias a su traición, pero cayendo de cabeza, se reventó por en medio, y todas sus entrañas se derramaron, de ahí el nombre de atole de Judas.
