*Narra los festejos de la edición 30 del Encuentro Nacional de Arte y Cultura.
385 GRADOS / Yauhquemehcan/ Cronista David Chamorro Zarco / Este día fue muy especial para nuestro Municipio y para el Tecnológico Nacional de México
Gracias a una exitosa gestión de la Coordinación Municipal del Arte y la Cultura, se logró que el Tecnológico Nacional de México, entidad que aglutina a cientos de Institutos tecnológicos en todo el país, concediera a Yauhquemehcan la condición de sede alterna en la edición 39 de su Encuentro Nacional de Arte y Cultura.
Esto implica que, del 24 al 26 de agosto, nuestra cabecera municipal recibirá la visita de múltiples grupos culturales procedentes de diversos Tecnológicos Superiores de diferentes entidades de nuestro país. Cabe recordar que el Tecnológico Nacional de México, es un subsistema de educación superior que en nuestra patria da formación a más de medio millón de estudiantes, primordialmente de distintas ingenierías.
Este día, en la Plaza del Huehue de la cabecera municipal, se convirtió es un derroche de talento, en un banquete para el arte y en un festín para la cultura. No cabe duda que la juventud mexicana es un baluarte del talento que constituye el cimiento mismo de toda nuestra cultura. La Presidenta Municipal de Yauhquemehcan, la contadora pública María Chamorro Badillo, al dar un mensaje de bienvenida a los jóvenes participantes, les compartió su beneplácito por tener a tan distinguidos visitantes, sobre todo en una labor tan loable como la promoción del arte y la cultura.
Fue sencillamente maravilloso escuchar no sólo la calidad musical, sino la limpieza de las voces y la capacidad interpretativa de los integrantes del grupo de mariachi, procedente del Instituto Tecnológico de Chihuahua. El público reconoció desde de las primeras notas, que se trataba de personas muy versadas en el arte musical y con nutridos aplausos les compensaron su esfuerzo y dedicación.
A continuación, se abrió la oportunidad para la demostración del arte del sureste mexicano, con la presencia de los integrantes del grupo musical del Instituto Tecnólogo de Minatitilán, Veracruz, quienes de inmediato ganaron la atención y el aplauso de los asistentes, interpretando diversas piezas que dejaron un sabor de nostalgia sobre la zona costera, imponiendo igualmente constancia que la dedicación, el esfuerzo, el natural talento de estos estudiantes, a lo que, seguramente, el destino les tiene abierto un futuro muy promisorio.
Otra joya que se pudo presenciar este día en San Dioniso Yauhquemehcan fue el grupo de música popular del Tecnológico de Tuxtepec, en Oaxaca, pues bien es sabido que la entidad oaxaqueña goza de una fama bien ganada por su afición y proclividad hacia la música. Las piezas interpretadas llenaron al público de alegría y dejaron en claro que la formación integral de los jóvenes estudiantes no sólo pasa por sus materias de especialización, sino por fomentar en ellos el acercamiento a la cultura y a la práctica del arte.
A continuación, fue la danza folclórica quien reclamó su lugar en el escenario instalado en la Plaza del Huehue. Las y los jóvenes del Instituto Tecnológico Superior de Zacatecas Norte, ubicado en la localidad de Río Grande, en la entidad zacatecana, hicieron una magistral demostración de sus evoluciones dejando en claro que son los herederos de una larga tradición que les une a las generaciones de sus antepasados y que asumen como propia la responsabilidad de preservar y fomentar la esencia misma de su cultura.
Exactamente en el mismo sentido actuaron los jóvenes integrantes del grupo de danza folclórica del Instituto Tecnológico de Chihuahua, quienes dieron una verdadera lección de fuerza interpretativa y de un gusto genuino por representar los bailes que son especialmente distintivos de la cultura de esta entidad norteña. Los bellos vestidos de las mujeres y el impresionante resonar de los tacones de los varones, se combinaron en un estupendo crisol que tuvo como resultado el estallido de un aplauso general de reconocimiento de parte de quienes ocupaban un asiento en el auditorio.
Desde luego, Oaxaca no se quedó atrás con la demostración de su riqueza dancística. Un bello conjunto de mujeres, ricamente ataviadas con vestidos polícromos, tomaron el escenario para demostrar varias de las piezas que se presentan en la llamada Guelaguetza en Oaxaca y que constituyen la esencia de los pueblos de ésa región de nuestro país, una de las más ricas en arte, diversidad y cultura.
Tampoco el estado de Tamaulipas desmereció la ocasión. Desde la fronteriza ciudad de Nuevo Laredo, las y los alumnos del Instituto Tecnológico de esa ciudad, hicieron gala de su fuerza interpretativa y nos obsequiaron con diversos cuadros muy coloridos de la cultura tamaulipeca, dejando entusiasmo general en todos los asistentes y demostrando, una vez más, que la juventud mexicana tiene talentos innatos que deben ser fomentados y profesionalizados.
También de Tamaulipas, sólo que en esta oportunidad de Ciudad Madero, se presentaron los alumnos de su Instituto Tecnológico para obsequiar con su grupo de danza folclórica, diversos cuadros especialmente vinculados a lado sur de su entidad, en la llamada zona de la huasteca, con la representación de sones que son un deleite, no sólo para quien mira las ejecuciones dancísticas, sino para quien escucha su música tan alegre y contagiosa o sus letras que son verdaderas piezas poéticas. No por nada fueron sonoramente ovacionados por los asistentes a este festín de la cultura.
Desde el Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos, Veracruz, llegó uno de los grupos más nutridos y entusiastas de jóvenes estudiantes a demostrar su talento e inclinación por el arte y la cultura. Em primer sitio, su grupo de danza folclórica, tuvo la ocasión de representar diversos cuadros de la vastísima cultura jarocha. Ricos en herencias y contactos culturales a lo largo de los siglos, el Estado de Veracruz es una de las regiones mexicanas en donde el arte parece florecer en cualquier hogar, y justamente estos jóvenes alumnos lo dejaron muy en claro, recibiendo por todo premio, el estruendoso tronar de las palmas de quienes asistieron a presenciar su actuación.
También de Coatzacoalcos fue la presentación de dos grupos musicales, El primero de ellos dedicado al cultivo de la música académica, quienes, a través de instrumentos de cuerda, hicieron bellas interpretaciones de canciones populares con muy bellos arreglos, demostrado su calidad indiscutible como músicos en toda la extensión del término. No se quedaron atrás los integrantes del grupo musical de sones jarochos quienes, con la combinación de instrumentos tradicionales y modernos, inundaron el escenario de algarabía contagiosa, recordándonos que en ésa región de México, la alegría es el signo distintivo de la vida.
Por su parte, el Instituto Tecnológico de Nuevo León hizo una maravillosa participación con su grupo de música versátil que de inmediato hizo contacto con los asistentes, ya en pleno crepúsculo. Sus intérpretes vocales demostraron tener voces bien educadas, potentes y de gran capacidad expresiva. Cada una de sus canciones fue reconocida con la ovación creciente del público que deseaba que su actuación se extendiera aún más.
Ya con la noche cerrada, tocó el turno a los alumnos del Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez, Chihuahua, quienes participaron con su grupo musical “Paraíso Norteño”, simplemente causando sensación entre los asistentes que, sin apenas pensarlo, se lanzaron a seguir sus interpretaciones con el baile. La ovación se hizo cada vez mayor y dejó muy en claro que estos jóvenes intérpretes de música regional norteña son una sensación en dondequiera que se presentan.
Al final, quedó la sensación de que la juventud estudiosa del Tecnológico Nacional de México, en sus diversas instituciones integrantes, a lo largo del país, es una semilla de profesionales de diversas disciplinas, pero también de hombres y mujeres que, cimentados en la cultura y el arte, garantizan que se convertirán en muy poco tiempo en personas de bien, que es lo que México tanto necesita.
Aún faltan dos jornadas y la demostración de lo vivido el día de hoy dar una idea de que la calidad irá en incremento y que seguiremos viendo un derroche de talento y de entrega, teniendo como sede a Yauhquemehcan, el corazón de Tlaxcala y el anfitrión de México.
