*Como docente de la UATx ha visto pasar al menos 43 generaciones de profesionistas.
385 Grados / Tlaxcala / Maire PISCIL / En sus 60 años como docente, el Doctor Alfredo Brambila Hernández ha tenido múltiples satisfacciones, entre ellas formar a mujeres y hombres de Tlaxcala como profesionistas, primero como maestro en la Escuela Secundaria General Presidente Juárez y después en las diversas facultades de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx).
Originario del estado de México, su vocación como maestro la inspiró uno de sus docentes en una institución de Puebla, ciudad de donde era originaria su madre, de modo que, para el 1 de marzo de 1963 recibió su primer nombramiento.
Motivado por la experiencia de su primera práctica frente a las aulas, viajó a la sierra de Los Altos Chiapas, a una escuela unitaria donde convivió de tiempo completo con sus alumnos, “desayunaba, comía con ellos y por la tarde realizaba deportes”.
Ahí se enfrentó a sus primeros retos, no precisamente en los salones de clase, sino aprender a montar a caballo para cruzar ríos abundantes y llegar a la institución; la primera vez que lo intentó, cayó y por poco pierde la vida, si no fuera por la habilidad del animal que evitó que se ahogara.
Seis años después llegó a Huajuapan de León, Oaxaca, ya con su familia permaneció cuatro años, para después viajar a Culiacán Sinaloa; al solicitar su cambio, fue asignado a Tlaxcala como docente en la Secundaria General Presidente Juárez, donde ocupó la dirección y la jefatura de enseñanza.
En su estancia en la Tlaxcala y su deseo de seguir preparándose, decidió estudiar la licenciataria en Docencia Universitaria, después obtuvo la maestría y el doctorado, que le ha permitido trabajar 44 años en diversas facultades de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), en la capacitación de las y los docentes.
“Me permitió abrir campo y trabajar en otras universidades como de la Universidad de las Américas, la Universidad Popular Autónoma de Puebla, la Universidad Benemérita de Puebla y ahora me ha permitido ser supervisor y trabajar en por lo menos 15 estados del país siendo profesor y capacitando a docentes”, comentó.
Una de las grandes satisfacciones como docente es reencontrarse con sus alumnos, quienes lo recuerdan con cariño y admiración, algunos de ellos servidores públicos, como el actual secretario de Educación, Homero Meneses Hernández y el exgobernador de Tlaxcala, Marco Mena Rodríguez.
Por ello, asegura que ser maestro “vale la pena, tengo muchas satisfacciones, una de mis hijas ha sido maestra, mis otros hijos profesionistas y mis nietos también”.
Después de recibir la medalla Maestro Altamirano de manos de la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, por sus 60 años de servicio, con motivo de la Celebración del Día del Maestro sostuvo que, “trabajar en Tlaxcala me ha servido como ejemplo y motivación”, actualmente se desempeña supervisor en escuelas secundarias generales en San Pablo del Monte.
